Cuando se trata de la epidemia de los opioides, no importa cuánto dinero gana tu familia, qué tan bien les va a tus amigos en la escuela, ni tampoco dónde vives. La epidemia afecta a todos.

Si los opioides han afectado tu vida o la vida de un ser querido, comparte tu historia con tus representantes estatales y federales. Exige un cambio y hazles saber que tu generación merece algo mejor. Es algo pequeño que puedes hacer para provocar un gran impacto en tu comunidad.